Hace tiempo que comprendí la importancia de la gratitud. Es algo cada vez más esquivo, que a demasiados les cuesta practicar, a pesar de ser tan reconfortante y por si fuera poco, gratuito.

Los directivos de Radio Alicante / Cadena Ser han decido eliminar todas las columnas de opinión de la edición local del programa “Hoy por hoy”, entre ellas la mía, que llevaba cerca de diez años ininterrumpidos en antena todas las semanas. Los dirigentes de los medios de comunicación son muy libres de gestionar sus contenidos y, por tanto, nada que añadir. Es evidente que si estas columnas de opinión se eliminan es porque no gustaban, incomodaban o como eufemísticamente se le quiera llamar.

Mi colaboración en Radio Alicante se remonta a casi veinte años atrás, siempre desinteresada, esforzada y comprometida. A ello se suman otros cinco años de colaborador en las tertulias de la tarde de La Ventana Comunidad Valenciana. Ejercer la opinión libre, crítica y comprometida no es algo bien entendido por muchos y puedo decir que a lo largo de estos años ha habido muchísimas satisfacciones, aunque también momentos descorazonadores, episodios duros en los que muchos callaban lo que muy pocos decíamos en público aún a riesgo de descalificaciones y rechazos. Pero eso forma parte del compromiso personal que algunos hemos asumido libremente.

La decisión de eliminar estas columnas de opinión semanales se toma de forma un tanto cuartelera, sin darnos siquiera la oportunidad de despedirnos de nuestros oyentes, de muchos de los cuales hemos recibido tanto cariño a lo largo de todos estos años. Y como uno trata de ser educado y agradecido, aunque no le dejen hacerlo en la emisora en la que colaboraba desde hace cerca de dos décadas, lo hago por esta vía y dejando constancia de ello.

Porque por encima de todo, solo tengo palabras de gratitud. Un enorme agradecimiento a la emisora de radio que me ha dado la posibilidad de opinar y comunicar tantas palabras y deseos de que esta ciudad y esta sociedad mejoren. Una emocionada gratitud hacia los oyentes que durante todos estos años escuchaban mis opiniones y en los que con frecuencia pensaba, muchos de los cuales me regalaban espontáneamente su cariño y su simpatía al reconocerme por mi voz en los sitos más inverosímiles. Una sentida gratitud a todos los profesionales de Radio Alicante con los que a lo largo de tantos años he trabajado y han hecho posible que mis palabras llegaran a tantas y tantas personas. En estos momentos, quiero recordar a quien era jefe de Informativos a finales de los 90, José Emilio Munera, quien por entonces me llamó para participar periódicamente en las tertulias; al técnico Pedro Alacid, con quien tantos y tantos días he estado tras los controles de sonido; a Silvia Cárceles, que como productora del programa “Hoy por hoy” hacía siempre con una sonrisa que todo funcionara perfectamente y que nuestras columnas de opinión estuvieran en antena pulcras y puntuales. Y especialmente al gran maestro, Vicente Hipólito, de quien tanto hemos aprendido y de quien echamos tanto de menos su bonhomía, saber estar y amabilidad en esa emisora. De hecho, mis columnas de opinión terminaban siempre con una frase en homenaje a él y a su maestría.

Cerrada esta etapa, seguiremos opinando y participando para intentar construir una mejor ciudad y una mejor sociedad allí donde nos dejen y donde interesen mis reflexiones, desde el compromiso y un rabioso deseo de que podamos reducir tanto sufrimiento y seamos capaces de generar una mejor convivencia.

De manera que ya solo me queda decir “gracias” a tantos por tanto y pedir disculpas por los errores que haya podido cometer, incluso por esa pasión que uno pone a las cosas. Así somos, qué le vamos a hacer.

Y ahora sí, para finalizar, solo me queda decirles, de todo corazón:

«Disfruten todo lo que puedan y un beso muy fuerte»