
Al final, la imagen de la vergüenza en Alicante se ha producido, como bien informaba este diario el pasado fin de semana, recorriendo toda España, incendiando las redes sociales y ocupando multitud de referencias en diferentes medios de comunicación. Nuestra ciudad es ejemplo de intolerancia y barbarie contra las personas más débiles, paradigma de inhumanidad y crueldad hacia los más pobres desde las políticas que lleva a cabo la derecha del PP y Cs con el apoyo de la extrema derecha de Vox.
En la fotografía captada por Carolina Pascual que ocupaba la portada del ejemplar de Información del pasado domingo, y que ha recorrido el país de punta a punta, dos policías municipales están sancionando a una mujer sentada en el suelo recostada contra la pared en una céntrica avenida de la capital. Las ropas y el carro azul a su lado delatan su condición vulnerable, estando acompañada por un dócil perrillo negro como única compañía. A su vez, las personas que caminan y contemplan la escena, miran con una mezcla de asombro y curiosidad. Como se informaba en la noticia, la mujer recibió el acta de denuncia con absoluta corrección, siendo requerida a que se marchara, obedeciendo de inmediato y saludando amablemente a los policías que le entregaban la notificación. El alcalde, Luis Barcala, había puesto en marcha la ordenanza de la vergüenza, que entró en vigor hace un mes, incoando la primera multa a una mujer que mendigaba, sin ejercer coacción ni molestar a los transeúntes.
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