La muerte de Suárez y las marchas de la dignidad del 22M

22M

La muerte de Adolfo Suárez ha coincidido con las multitudinarias marchas de la dignidad que reunían en Madrid a cientos de miles de personas para pedir “Pan, trabajo y casa”. Y es que Suárez muere en el peor momento político desde la transición.

Su pérdida, por más esperada que fuera, nos está llevando a escuchar palabras y conceptos que hoy día parecen una fábula imposible: consenso, diálogo, acuerdo, tolerancia, honradez, servicio público, incluso el propio ejemplo que dio Suárez con una dimisión todavía no bien explicada se han convertido en principios imposibles en la política y en los políticos de hoy día. De hecho, muchos de los que glosan las virtudes de Suárez con estas cualidades políticas son incapaces de practicar una sola de ellas, lo que demuestra el grado de deterioro de nuestra democracia.

Pero también es cierto que su legado político no ha debido cuidarse, cuando reivindicaciones tan elementales como el pan, el trabajo y la casa, que parecen sacadas de las que se hacían en la etapa de Suárez, sigan estando plenamente vigentes, movilizando a una parte importante de una sociedad cada vez más dividida.

Que añoremos a figuras como Suárez debería llevar a muchos políticos de hoy día a reflexionar profundamente sobre su responsabilidad en el deterioro moral que hoy día vivimos.

Así es que señores políticos, hagan su trabajo y dejense de tanto lamento hueco.

(Columna de Opinión en Radio Alicante del martes, 25 de marzo de 2014)

 

 

Miguel Romero, un luchador por el internacionalismo solidario emancipador

Miguel Romero

 

El pasado 27 de enero falleció Miguel Romero, el “Moro”, referencia fundamental en la lucha anticapitalista y el internacionalismo solidario. Editor de la revista Viento Sur, Miguel luchaba desde hacía años contra el cáncer, a pesar de lo cual, no dejó de tener un intenso trabajo político y solidario. Desde hace 25 años hemos compartido trabajos, luchas y compromisos intensos en el campo de la cooperación al desarrollo y la solidaridad. Desde el dolor y el pesar, quiero sumarme a su recuerdo, sabiendo que su legado es tan valioso como fructífero.

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