En la película de El sexto sentido, uno de sus protagonistas, Bruce Willis, está muerto a partir del disparo de la primera escena, a pesar de mantenerse hasta el final como uno de sus actores principales. La aclamada cinta nos muestra que los fantasmas no se dan cuenta de que están muertos porque solo ven lo que quieren ver.
Algo parecido le sucede a Alberto Núñez Feijoo, quien solo ve lo que se empeñan en mostrarle, pero a partir de que se conocieran los resultados a las elecciones generales del pasado 23 de julio y compareciera en la tribuna de la calle Génova, acompañado de la presidenta del vestido rojo, sabemos que está políticamente muerto. Desde entonces, vemos a su alma dando tumbos como un zombi, haciendo declaraciones incoherentes, pidiendo pactar hasta con los mismos socialistas, dirigidos por Pedro Sánchez, con los que afirmaba que acabaría, para terminar con eso que llamó como “sanchismo”.
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