Desmontando tópicos sobre pateras en Alicante

Nos hemos acostumbrado con rutina a algo que parecía impensable hace años, como es la llegada de pateras hasta las costas de Alicante, con su ritual de muertos y desaparecidos. Pero desde que apareciera la primera patera en las costas alicantinas en 2007 hasta la actualidad, son más de treinta y cinco las embarcaciones contabilizadas. Y en toda rutina existen siempre peligros, especialmente cuando hay vidas en juego.

Cuatro pateras llegadas a Alicante solo en este año, de las cuales tres lo han hecho en septiembre, pueden alimentar histerismos y demagogias fáciles; es algo que hemos visto con demasiada frecuencia en los últimos años. De hecho, el mismo conseller de Gobernación, Serafín Castellano, que en el año 2010 declaraba sin rubor que la llegada de pateras hasta las costas alicantinas era un ejemplo de desidia” y “otra muestra de la política de parcheos a la que el Gobierno (de Zapatero) nos tiene acostumbrados”, y que afirmaba sin inmutarse una y otra vez que «la llegada de nuevas pateras pone de manifiesto que la política de vigilancia costera del Gobierno (de Zapatero) es un fracaso»; ahora, ante la llegada de más embarcaciones se limita a ofrecer promesas tan genéricas como inverosímiles, como que «la Guardia Civil reforzará su servicio SIVE con dos nuevas embarcaciones semirrígidas y sus respectivas dotaciones.», algo que la propia Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha calificado con rotundidad de «sinsentido». ¡Qué poco utilizamos las hemerotecas con los políticos!

Sometidos como estamos al impacto de una crisis con efectos devastadores sobre toda la sociedad, y especialmente sobre las clases medias y los sectores más vulnerables, nos centramos en tantas urgencias que no reparamos en que a nuestro alrededor los procesos sociales siguen avanzando de la misma forma que las plantas siguen creciendo. Pero salvo excepciones, la inmigración y los procesos migratorios prácticamente han desaparecido como objeto informativo, salvo cuando es para hablar de pateras y de delincuencia, básicamente. Y con ello, carecemos de elementos para interpretar adecuadamente procesos más complejos de lo que parece y de cómo se nos presentan de forma interesada.

Explicaciones estructurales a la llegada de pateras hasta las costas de Alicante

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Blasco reza a San Judas Tadeo

La realidad siempre supera a la ficción. Y todo en el caso Blasco de corrupción ligado a ONG prefabricadas vinculadas a su etapa como conseller de Solidaridad, no ha hecho más que comenzar, aunque nos asegura una de las páginas más escandalosas en el florido catálogo de latrocinios cometidos en los últimos años por estas tierras.

Los medios informan de la segura imputación de Rafael Blasco por el TSJ de la Comunidad Valenciana, como hace el diario Levante. Pero en esta misma información y en la misma página se recoge un anuncio recuadrado, en el margen inferior derecha dirigido a San Judas Tadeo, abogado de casos difíciles y desesperados. En éste, se dice que se recen nueve avemarías nueve días, que se pidan tres deseos, uno de negocios y dos imposibles. Y al noveno día si se publica el anuncio, se cumplen los deseos.

Yo a Blasco le recomendaría que rezara, no nueve, sino noventa avemarías. Y aun así me temo que va a ser difícil que San Judas Tadeo se lleve toda la basura que ha generado estos años.