La mitad del vértigo: dos años del gobierno municipal en Alicante

Reconozco un problema inicial al tratar de analizar los dos primeros años de mandato del gobierno municipal en Alicante. A lo largo de estos meses tan excepcionales que hemos vivido, he pensado con frecuencia en muchos de esos responsables públicos que han tenido que facilitar el normal funcionamiento de nuestras vidas, garantizando el mantenimiento básico de dispositivos públicos esenciales en condiciones muy difíciles. Con mayor o menor fortuna, todos ellos han tenido que estar al frente de las instituciones en uno de los momentos más duros de nuestra historia reciente, algo que no tenemos que olvidar.

También es cierto que muchos de ellos no han tenido en cuenta esta situación, centrifugando responsabilidades y tratando de buscar culpables en momentos en los que no tocaba hacerlo. Cuesta ser empático con quien desprecia esa imprescindible empatía hacia quien la necesita, algo que en demasiadas ocasiones viene marcando la actuación del equipo de gobierno municipal del PP y Ciudadanos en Alicante, con su alcalde a la cabeza. Lejos de buscar alianzas para la ciudad, de priorizar las necesidades de los vecinos o resolver sus problemas, por encima de todo, Luis Barcala antepone la crítica furibunda y partidista contra el Gobierno central o de la Generalitat a poner encima de la mesa soluciones con arreglo a sus competencias, como ahora vemos con su lamentable actuación en el IES Virgen del Remedio.

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La Plaza de Balmis como metáfora de Alicante

BalmisAntesLa plaza del Doctor Balmis, en Alicante, antes de ser demolida.

BalmisNueva

La nueva plaza del Doctor Balmis, tras su reforma.

La reforma de la plaza del Doctor Balmis, recientemente inaugurada, ejemplifica bien a las claras cómo es Alicante y cómo vienen haciéndose las cosas en esta castigada ciudad. Lejos de haber aprendido de las muchas lecciones que esta disparatada crisis nos viene enseñando con un elevado coste social y económico, el Ayuntamiento demuestra, una vez más, que sus políticas sobre la ciudad carecen de una planificación y reflexión urbanística y democrática, guiándose exclusivamente por el capricho, el amiguismo y el derroche injustificado, precisamente cuando las arcas municipales atraviesan una situación excepcionalmente crítica, encontrándose intervenido el Ayuntamiento por el Ministerio de Hacienda.

Se acaba de inaugurar la reforma de la plaza del Doctor Balmis, en el centro de Alicante, una obra injustificada que generó polémica cuando fue anunciada, en su tramitación y ahora, en su apertura al público, hasta el punto que quienes nos opusimos públicamente al proyecto podemos afirmar que estamos ante la crónica de una polémica anunciada. Juzguen ustedes mismos el resultado con las imágenes de cómo era la plaza derribada y lo que es ahora.

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