Cuando se produce una nueva catástrofe humanitaria caigo en la cuenta de que se produce un nuevo incumplimiento del Gobierno en la eliminación de un abuso más de los bancos; en este caso, del abuso que supone el cobro de importantes comisiones que vienen aplicando a todos aquellos que en los últimos años han tratado de aportar su generosidad y colaboración hacia las víctimas de tantos desastres como se han venido produciendo, mediante aportaciones a ONG.
Desde la matanza de los Grandes Lagos en 1994, hasta ahora, siempre que se ha producido una tragedia humanitaria se ha pedido la solidaridad de la población a través de aportaciones económicas a las ONG. Así sucedió con motivo del Huracán Mitch en 1998, el tsunami del sudeste asiático en 2004 y el terremoto de Haití de 2010, entre otros. Algún día hablaremos de la filosofía, los mensajes, el empleo y la rendición de cuentas de todo ese dinero recaudado a lo largo de tantos años con motivo de tanto sufrimiento y destrucción. Pero lo que hoy nos ocupa es otro tema bien distinto, relacionado con los abusos que los bancos han venido cometiendo con estas transferencias humanitarias.
Cuando se produce una tragedia humanitaria, inmediatamente surgen las campañas y anuncios publicitarios que apelan a la solidaridad de todos nosotros para aportar dinero en cuentas corrientes de ONG de todo tipo, algunas con presencia y trayectoria en el lugar de la catástrofe y otras muchas como forma oportunista de recaudación de dinero. Para que nos hagamos una idea de lo que hablamos, con motivo de la catástrofe de Haití, las ONG españolas hicieron un despliegue sin parangón para recaudar dinero desde el día siguiente al terremoto, llegando a obtener en solo 30 días una cifra histórica que superaba los 72 millones de euros, colocando a España al mismo nivel que los países que más ayuda canalizaron a través de ONG, como Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.
Pues bien, de ese dinero, el 78% se ingresó a través de transferencias bancarias, según datos ofrecidos por la Asociación Española de Fundraising. Bien es cierto que siendo muy pocas las ONG españolas que estaban trabajando en el terreno en Haití antes del terremoto con trayectoria, incidencia, compromiso y conocimiento, fueron la gran mayoría de ellas las que se lanzaron a pedir dinero: grandes y pequeñas, internacionales y locales, muchas de ellas sin experiencia en la región o en la ayuda humanitaria, informando de sus cuentas corrientes e incluso llegando a pedir medicamentos, ropa y alimentos, justamente lo que no se debe recoger ante una catástrofe como esta.
Pero en la medida en que las ONG han apostado por la recaudación de dinero entre los ciudadanos, una vez más surgió una importante polémica relacionada con el papel de bancos y cajas en la recaudación de estos fondos y en el cobro de comisiones muy elevadas por realizar estas aportaciones humanitarias. La cantidad mínima que cobraron las entidades bancarias fue de hasta 7 euros, incluso por una transferencia de 10 euros a las organizaciones humanitarias, con comisiones que han oscilado entre el 11% y el 25%, llegando en algún caso incluso al 70%. Todo ello nos lleva a suponer que los beneficios obtenidos directamente con la cuantiosa suma que los ciudadanos ingresaron a las ONG fueron muy elevados, pudiéndose estimar a la luz de los datos señalados entre los 6,1 y los 25 millones de euros.
Este es un tema tan polémico como recurrente cada vez que sucede una gran catástrofe, hasta tal punto que ya el Gobierno de Rodríguez Zapatero se comprometió en el Congreso de los Diputados en el año 2005 a evitar que bancos y cajas pudieran seguir cobrando estas comisiones en el futuro, al igual que había acordado el Parlamento Europeo en el 2004. También la comisión no permanente de cooperación al desarrollo del Congreso de los Diputados aprobó en 2011 una proposición no de Ley (y por tanto sin fuerza vinculante) recomendando la eliminación de las comisiones bancarias cuando los ingresos persiguen un fin humanitario. Pero a pesar del tiempo transcurrido, nada se ha hecho para aprobar esta normativa legal, permitiendo así que Bancos y Cajas puedan seguir aplicando estas elevadas comisiones bancarias y lucrándose de nuestros buenos sentimientos.
Creo que ha llegado la hora de exigir que se eliminen estas comisiones injustas que los bancos vienen aplicando como un elemento más de los abusos históricos de los que se han beneficiado estas entidades.
© Carlos Gómez Gil
Es una vergüenza la actitud y codicia sin fin de los bancos, más si cabe, en estas situaciones
Gracias a personas como tú, que denuncian y sacan a la luz las vergüenzas de esta sociedad, conocemos de primera mano estos datos y podemos exigir que cambien las cosas.
Gracias por tu compromiso con la verdad y con la solidaridad
Siempre es un placer leer tus libros y comentarios
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ES una verguenza, y nadie hace nada. Yo tengo una cuenta en el santander, a nombre de una asociacion no lucrativa, donde ingresan solo 3 personas y lo máximo que tiene al mes son 30e y nos cobran 11,36e al mes de comisiones
Así es, el comportamiento de las entidades bancarias en estas y otras cosas es verdaderamente lamentable, y lo peor la impunidad y el apoyo de Gobiernos que tienen para delinmquir.