Con la excusa de la crisis, se está perdiendo la perspectiva más elemental de muchas cosas. El pudor personal, la vergüenza institucional y la responsabilidad pública de numerosos políticos parecen haber desaparecido, abandonados como están al populismo barato, a la caridad desmedida y sin criterio sobre la que han situado a numerosas instituciones. De tal forma que, mientras desde el Gobierno y las diferentes instituciones autonómicas y locales, el Partido Popular niega el devastador impacto de la crisis, han convertido a muchas de estas instituciones en una simple caricatura, a base de sustituir la acción política por la caridad o el abandono, puro y duro.
Efectivamente, los responsables del Partido Popular viven inmersos en tal esquizofrenia que han convertido su acción política en pura chanza. Mientras niegan el impacto de la crisis y llevan meses anunciando que el país remonta el vuelo, cuando ese Presidente-Plasmático llamado Rajoy acaba de mostrar su felicidad por una reforma laboral que, como ha recogido la última EPA, ha colocado el desempleo en España en cifras históricas nunca antes vistas, emprenden una profunda voladura del Estado y de los servicios públicos esenciales, al tiempo que apelan a la caridad, a las colectas y a las políticas de pobres para alimentar a sectores cada vez más amplios de población.
Pura esquizofrenia, como cuando anuncian que quieren proteger a los no nacidos un día tras otro, mientras a los que hace años que hemos nacido nos condenan al abandono, a la miseria y la pobreza, como comprobamos cada día, en casos como el que hemos conocido en un colegio de Alicante para niños en situación vulnerable, a los que la empresa que gestiona el comedor no ha podido seguir alimentando de su bolsillo ante las deudas cercanas a los dos años que mantiene la Generalitat Valenciana con la misma.
Pura esquizofrenia, que la Diputación de Alicante organice un pomposo “Día de la familia”, y que como actividad estrella pida “un kilo de alimentos no perecederos en apoyo a las familias más desfavorecidas”, como si viviéramos en un estado de posguerra o hubiera sucedido una calamidad. ¿O es que efectivamente estamos viviendo una auténtica calamidad que el Partido Popular se niega a reconocer?
Porque reducir las instituciones públicas a la recogida paquetes de arroz es convertirlas en una caricatura y anular las competencias institucionales que por ley tienen.
Porque si todas las políticas y dispositivos que la Diputación de Alicante dispone para las familias es recoger paquetes de arroz, lo mejor es que cierre, ya que para ello hay otras instituciones especializadas que lo hacen fenomenal, como los Bancos de Alimentos.
Porque si las políticas sociales en España se reducen a recoger paquetes de arroz, es que están en manos de incompetentes que desconocen hasta los instrumentos y recursos esenciales que tienen a su alcance.
Este es también uno de los síntomas de la crisis en nuestro país: tener al frente de instituciones públicas a personas que están trabajando en su erosión y banalización, contribuyendo con ello al descrédito de la política y de las instituciones que dirigen. Me cabe la duda de si es un cálculo deliberado o la simple consecuencia de su incapacidad. ¿Qué piensan ustedes?
© Carlos Gómez Gil
Dentro de todas las calamidades a las que nos está llevando la gestión de un gobierno que sólo está para favorecer a los de su cuerda y olvidarse de sus responsabilidades frente a los gobernados, junto a la dejación de acciones necesarias que les corresponderían, están apostando por hacernos creer que los problemas que tenemos se deben de resolver por la vía de la caridad, no de la justicia, en la que parece no quieren creer, o no les interesa fortalecerla, no sea que les pille a la hora de impartirla, dentro de los innumerables casos de corrupción.
La política populista que están llevando entra dentro de algunas recomendaciones, como la de rezar, para que sean resueltos los problemas de los ciudadanos, que en definitiva es la misma cara que la caridad que propone la entidad alicantina, no entrarle a resolver los problemas por parte de quienes tienen la responsabilidad de afrontarlos sino diluir la misma en acciones que abandonan cualquier acción que revista resultados, salvo la piedad de la ciudadanía por lo mal que lo están pasando algunos y algunas, y que mejor para ello que solicitar »un paquete de arroz» a la ciudadanía, que de antemano saben que no servirá de nada, salvo de desmovilización ciudadana, que sí, seguramente está en sus objetivos concretos a conseguir.
Agradecer en primer lugar sus aportacions tanto en este tema com en otros muchos.
Las políticas sociales que en este momento se estan llevando a cabo además de populistas son tambien malintencionadas en el sentido de intentar absorver las acciones caritativas dentro del propio sistema como parte de las políticas sociales, por ejemplo participando en la gestión de los Bancos de Alimentos como una forma de mostrar «su solidaridad» com las dificultades que padece la población, en lugar de plantear propuestas redistributivas de les ingressos publicos en beneficio de las necesidades más urgentes de la población.
Desde los Consejos Escolares Municipales se suggire como una medida paliativa proponer actividades curriculares fuera de los centros con el menor coste posible para facilitar la participación del màximo número de alumnos, mientras tanto, no ponemos sobre la mesa el verdadero problema, alumnos con acceso iliminatado a cualquier tipo de actividad y otros que sólo pueden acceder a las de «law cost».
Te agradezco tus palabras y tu valioso comentario. Es una aportación de un grab interés.
Saludos,