Con la excusa de la crisis, se está perdiendo la perspectiva más elemental de muchas cosas. El pudor personal, la vergüenza institucional y la responsabilidad pública de numerosos políticos parecen haber desaparecido, abandonados como están al populismo barato, a la caridad desmedida y sin criterio sobre la que han situado a numerosas instituciones. De tal forma que, mientras desde el Gobierno y las diferentes instituciones autonómicas y locales, el Partido Popular niega el devastador impacto de la crisis, han convertido a muchas de estas instituciones en una simple caricatura, a base de sustituir la acción política por la caridad o el abandono, puro y duro.
La política social del paquete de arroz
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