Una mirada a los cambios políticos y sociales de los años de crisis y barbarie
Reconozcamos que España es un país fracasado. Y cuanto antes lo hagamos, antes podremos avanzar en su recuperación. El organismo se mantiene con vida, pero a costa del suministro masivo de una medicación con fuertes efectos secundarios que está generando un riesgo de fallo multiorgánico. Y todo ello se debe a la responsabilidad de unas élites fallidas, extractivas o no, que va mucho más allá de las políticas. También las élites económicas, y las culturales, y las académicas, y las empresariales… Tantos años de franquismo y una transición mal resuelta nos han dejado legados devastadores y a muchos de sus herederos al frente de instituciones clave, mientras seguimos mirando para otro lado, como esperando no ser los próximos en caer bajo la apisonadora neoliberal del PP.