
SDG Conference
De nuevo, 193 Estados del mundo han suscrito en las Naciones Unidas unos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para acabar con la pobreza en el mundo en el año 2030; nada nuevo, porque algo parecido ya habían suscrito en septiembre del año 2000 con los fallidos Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Una vez más, todos los gobiernos del mundo han acordado dar el 0,7% para el año 2030 en Ayuda Oficial al Desarrollo a los países empobrecidos; nada distinto de lo que ya firmaron en el año 2000 que debían de haber alcanzado en 2015 y que desde que fue acordado por la ONU en el año 1972 vienen repitiendo periódicamente.
En materia de acuerdos internacionales para el desarrollo, la comunidad internacional y las Naciones Unidas arrastran una larga historia de incumplimientos deliberados que repiten una y otra vez el mismo ritual: las mismas promesas vacías, renovadas palabras huecas, alegrías, parabienes y felicitaciones que sonrojan a cualquiera que conozca en detalle la naturaleza de lo que se anuncia a los cuatro vientos en comparación con las políticas que cada día llevan a cabo quienes han firmado los solemnes acuerdos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.