Los árboles son seres vivos que proporcionan innumerables beneficios a nuestra vida, particularmente en las ciudades, allí donde la ausencia de masa forestal hace que sean mucho más valiosos. La presencia de arbolado mejora las condiciones ambientales y ayuda a reducir la temperatura en las vías públicas, ofreciendo sombra y facilitando la vida de pequeña fauna, al tiempo que oxigena el ambiente y ayuda a reducir el intercambio de CO2, proporcionando más confort a los espacios que habitamos.
No es casual, así, que se multipliquen los estudios científicos recientes en todo el mundo que coinciden en demostrar las valiosas aportaciones a la salud física y emocional para niños y adultos que tienen los espacios verdes arbolados en los entornos urbanos, algo que está dando mayor importancia, si cabe, a la plantación, el cuidado y la repoblación de árboles en nuestros municipios.