Qué malos son los griegos

Grecia-Crisis-economica

Artículo publicado en el diario Información de Alicante, el domingo 19 de julio de 2015. (Pinchar para ver enlace original)

Por grandes que hayan sido los errores políticos y estratégicos cometidos por el Gobierno de Tsipras en sus negociaciones con la UE, el trato que se le dio en el Eurogrupo y posteriormente en la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, que culminaron con el acuerdo más humillante que se ha obligado a firmar a un país europeo tras la capitulación de Alemania en mayo de 1945, supone una auténtico desprecio para el Gobierno de Syriza y para todo el pueblo griego mediante el programa de ajuste más duro e imperativo que se haya elaborado nunca. Periódicos internacionales como The Guardian, Der Spiegel o el mismísimo Financial Times explicaron en sus páginas que Merkel y su nefasto ministro de finanzas, Wolfgang Schäuble, dispensaron a la delegación griega “un catálogo de atrocidades” en “uno de los episodios más tristes de la historia de Europa desde la II Guerra Mundial”. Como bien recoge el filósofo Tzvetan Todorov, el miedo a los bárbaros amenaza con convertir en auténticos bárbaros a los que tratan a otros sin dignidad ni humanidad.

Desde que la Troika viene interviniendo en Grecia a través de sus destructivos programas de ajuste, la deuda pública del país ha pasado de representar el 99% del PIB en el año 2008, hasta el 175% en 2014, antes de que llegara al Gobierno Syriza, llevando a su población a niveles de pobreza y sufrimiento que no se veían en Europa desde la posguerra. La incompetencia gestora de ese triunvirato formado por la UE, el BCE y el FMI, sus errores manifiestos, cuando no su mala fe a lo largo de estos años de aplicación de fracasados programas de ajuste en Grecia, ha llevado a que un país entero se esté cociendo a fuego lento, con su economía colapsada y una deuda absolutamente insostenible para la misma Troika, que mediante sus imposiciones obliga a Grecia a seguir endeudándose y a llegar a someter sus propios activos al control de organismos no democráticos, como el BCE o el FMI.

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