Mujeres, ciudades y perros

Nuestras ciudades cambian, evolucionan y se transforman lentamente de la mano de las personas que las habitan, aunque con frecuencia pase desapercibido o no reciba la importancia que merece. Se habla mucho de los procesos de planificación urbana, de los planes generales, de las intervenciones arquitectónicas, mientras que de manera silenciosa se están produciendo lentas transformaciones en nuestras calles y barrios de una enorme profundidad que, en muchos casos, ni políticos, arquitectos o urbanistas son capaces de anticipar.

            En estos momentos, importantes cambios en los usos y las funciones de nuestras ciudades están siendo impulsados por las principales mascotas que conviven con nosotros, los perros. A su vez, cada vez más mujeres han decidido tenerlos como valiosa compañía, hasta el punto de alterar los usos y funciones en algunos de sus espacios, impulsando ciudades más humanas, con mayores interacciones relacionales y de convivencia.

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